La cocina gallega está llena de ingredientes, platos y recetas mundialmente conocidos. Difícil resulta encontrar a alguien que no se haya dejado conquistar por una tarta de Santiago, unos mejillones, percebes, o la célebre empanada gallega. Imposible resistirse a ninguno de ellos.
Pero entre todos los platos de la cocina gallega, hay uno que es todo un referente. Valorado por ser un ingrediente imprescindible, tanto por expertos como también por todos los que, simplemente, disfrutamos con una jornada gastronómica. El delicioso, exquisito y único, pulpo gallego.
Una gran ventaja de este producto es que el pulpo se captura durante todo el año. Se comercializa fresco, cocido o sin cocer, congelado o, incluso, en conserva. Su sabor es fabuloso y se puede hervir, asar a la parrilla o freír. Por eso, se elabora de mil y una formas diferentes y toda ellas, deliciosas.
Porque recetas con pulpo en la cocina gallega hay muchas y variadas. Al tradicional Pulpo a Feira se le unen recetas tan variopintas como la de Pulpo Encebollado, en Marmitako o en Salpicón.
Para celebrar un día tan especial para Galicia, como es el 25 de Julio, queremos compartir con vosotros hoy una de nuestras formas preferidas de prepararlo. Os proponemos disfrutar un riquísimo Pulpo a la Brasa.
Pulpo a la Brasa. Un manjar de la cocina gallega
Ingredientes:
- 1 kg de pulpo
- 4 patatas
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de pimentón picante
- 1 cucharada de pimentón dulce
- Sal gorda
Elaboración:
Antes de comenzar la preparación del plato, sugerimos congelar el pulpo un par de días antes de cocinarlo y descongelarlo el día antes. Imprescindible, a continuación, «asustarlo». ¿Cómo? Poniendo a hervir agua en una cazuela. Cuando rompa a hervir, se saca y vuelve a meter en la cazuela tres veces seguidas sujeto por la cabeza. Después se deja hervir unos 25 minutos por cada kilo que pese la pieza.
En el mismo agua, tras sacar el pulpo, se cuecen las patatas troceadas. ¡Veréis que así quedan mucho más sabrosas!
Mientras, se cuecen las patatas, abrís de arriba a abajo, las patas del pulpo. De esta forma se prepara para brasear y se evita que se cierren las ventosas.
A continuación, se pasa por las brasas. Si no disponéis de ellas, se puede poner a la plancha o al horno. El resultado, aunque válido, es diferente y nosotros sugerimos la primera opción.
Finalmente, se sirve el pulpo troceado (como el Pulpo a Feira) con sus patatas y espolvoreado con el pimentón tanto dulce como picante. No olvidéis incluir la sal gruesa y un chorrito de aceite de oliva.
El resultado, simplemente espectacular. Y si, además, lo acompañáis de un vino gallego, elaborado 100% con la variedad de uva autóctona Gogello, la experiencia será perfecta.
¡Feliz día de Santiago!