Existen infinidad de errores evitables y muy comunes en torno al mundo del vino. Cada día somos más los aficionados a este interesante mundo, y no todos tenemos el mismo nivel de conocimiento acerca de él. Por supuesto, lejos de ser un freno, creemos que debe ser una motivación. Que nos acerque, en cada nuevo detalle aprendido, al interesantísimo universo del vino.
En definitiva, los aficionados al vino buscamos vivir un buen momento, una experiencia sensorial en cada referencia o añada que descubrimos. Y, por eso, hoy queremos indicaros algunos de esos errores evitables. Comprobaréis que resulta mucho más fácil, satisfactorio y personal vuestro momento disfrutando junto a un buen vino.
Errores evitables y su solución
Temperatura a la que servimos el vino
«El vino blanco siempre se sirve muy frío y el tinto a temperatura del tiempo»… Esta es una de las afirmaciones más extendidas y… menos acertadas. El vino blanco es cierto que se suele servir a una temperatura más fría que los vinos tintos. Pero servirlo excesivamente frío puede hacer que se pierdan buena parte de esos aromas, sabores y matices propios del vino que lo hacen único. Por otra parte, un vino tinto servido a «temperatura ambiente» puede no ser la mejor idea si esa temperatura es alta y hace que sobresalga el sabor del alcohol sobre los matices de la fruta que lo componen. Evitaremos esto, enfriándolo unos minutos antes de servirlo. Porque, tan importante como saber conservar el vino es servirlo adecuadamente.
Sostener la copa
En más de una ocasión nos habéis preguntado si hay una forma correcta de sostener la copa de vino. Indudablemente: sí. Y esa forma es por el tallo de la copa. ¿Los motivos? Evitar calentar el vino con la temperatura corporal de la mano al sujetarla. Y, por tanto, no modificar con ese aumento de temperatura en el vino sus aroma o sabor. Es un punto muy importante a tener en cuenta. Nuestra sugerencia es sujetar siempre la copa por el tallo, aunque nos sea más cómodo sostenerla por el cáliz.
Elegir solo los vinos «que me suenan»
Si seguimos esa premisa, posiblemente nos estaremos perdiendo algunos de los mejores vinos que existen en el mercado. Como os indicábamos al comienzo de esta publicación, no todos disponemos del mismo nivel de conocimiento acerca del mundo del vino, sus añadas y marcas. Es muy recomendable seguir a críticos y publicaciones especializadas; escuchar a sumilleres y profecionales… pero también animarnos a probar más allá de las denominaciones de origen o marcas comerciales más conocidas. ¡Veréis que hay auténticas joyas que estaréis encantados de descubrir!
Ya veis que estos errores evitables que hoy os detallamos, tienen una fácil solución. No dudéis en poner en práctica las sugerencias indicadas. Y, por supuesto, si queréis comentarnos alguno de vuestros «errores evitables», estamos a vuestra disposición para escucharlos y compartirlos en próximas publicaciones.